6 de Diciembre: Día de la prostitución política, económica y social


Hoy se celebra el Día de la Constitución, aprobada por referéndum nacional, y vigente desde 1978.

Pero nada es lo que parece.

Montesquieu ha muerto en España, o más bien ha sido asesinado.

Ya lo anunció Alfonso Guerra, en 1985, con ocasión de la reforma de la ley orgánica del Poder Judicial, que consagró su sometimiento, no a los jueces y al imperio de la Constitución y las leyes, sino a los partidos políticos.

Recientemente hemos asistido, impávidos, a la desaparición de la igualdad entre los españoles, e incluso entre unas regiones o comunidades autónomas, y otras…

La masa sigue preocupada por lo suyo, por salir de puente, más bien de acueducto, por vivir lo mejor posible, y donde no llega el dinero llegan las tarjetas de crédito, el dinero de plástico, y a vivir, que son dos días.

¿Por qué nos vamos a preocupar por el devenir de España, y por el negro, hipotético e hipotecado futuro que van a tener nuestros hijos y nietos…?

Lo importante es el día a día, el consumismo, el sexo, el fútbol, el vivir al día, y, en definitiva, el aparentar.

Un PP que, con Feijóo, es sumiso y complaciente con el régimen totalitario-comunista sanchista, y que solo aspira a colaborar con ellos.

Con esta “no oposición”, el sanchismo seguirá en el poder hasta el Día del Juicio Final.

O hasta que los jueces quieran, pues son ellos los que tienen la sartén por el mango.

Con una fiscalía totalmente domeñada, al servicio del sanchismo, y un CGPJ dividido en dos mitades, solo queda el Tribunal Supremo, último reducto del Estado de Derecho, de la división de poderes, y de la igualdad de todos ante la Ley.

Cualquier jurista con dos dedos de frente, debe mostrar su acatamiento, respeto y consideración hacia ese Alto Tribunal, el más importante de todos.

Porque, resulta obvio que el Tribunal Constitucional, que muchos ya llaman Prostitucional, es otra cosa; está okupado y al servicio del régimen totalitario-comunista sanchista.

Y para muestra un botón: Cándido Conde-Pumpido, del que no conozco ninguna obra relevante en Derecho, dicho sea de paso, pero que como comisario político del régimen, no tiene precio.

En definitiva, estamos mal, muy mal, y lo triste del caso es que vamos a peor.

Cuesta abajo y sin frenos.

Solo me queda preguntarles si saben dónde está el Jefe del Estado, y si Felipe VI no ha partido ya hacia el exilio, de forma secreta o discreta, siguiendo la tradición de sus antepasados, incluido su padre.

No encuentro nada que celebrar en este día aciago, como no sea la cobardía de muchos españoles, que han preferido mirar para otro lado, y no cumplir con sus deberes, constitucionales y legales.

Y así estamos, viviendo, o más bien malviviendo, en una ciénaga de fango, de mentiras, de corrupción y decadencia.

Publicado en Periodista El Español Digital y El Criterio (06/12/2024)

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  1. Carlos | Responder
  2. Antón | Responder

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