El Correo de España y Eduardo García Serrano


Insiste mucho el jurista zaragozano y colaborador de esta casa, Ramiro Grau, en la exigencia de que los responsables de los digitales patrióticos estemos unidos frente a un enemigo común, que ya no disimula su labor inquisidora ni de que viene a por todos nosotros. Es una realidad que la derecha mediática está tan desunida como la política. No he compartido nunca una sola palabra con la mayoría de los directores de medios cercanos a nuestra línea editorial; con los pocos que sí lo hice no puede decirse que mantengamos una relación que pueda siquiera calificarse de cordial. Soy el primero en entonar el mea culpa y lo hago agradeciendo a El Correo de España, Tradición Viva, El Español Digital y Heraldo de Oregón que se hayan pronunciado sobre la ofensiva de la Fiscalía de Odio de Málaga contra dos sacerdotes y éste que escribe. A todos ellos, gracias.

En esta época tan difícil en la que se nos inpone ajustar nuestras informaciones al relato de la oficialidad, es necesario agradecer que hayan medios que mantengan en alza su rebeldía crítica frente a los que han oficializado la mendacidad y la mentira como normas deontológicas.

Entre las excepciones que no han sucumbido a ese reino virtual de engalños y mentiras, quiero mencionar hoy a Eduardo García Serrano, director de El Correo de España, portador de unos preciosos genes que me producen un gran respeto. Como su padre, Eduardo ambos, representa sobre todo el compromiso ético con España y el valor de denunciar alto y claro la inviabilidad de un Sistema en el que ya resulta escandalosa las contradicciones entre los principios y valores que todo hombre bien nacido defiende y el papel que desempeñan los representantes de la casta institucional

Me comenta Ramiro que el medio que dirige Eduardo García Serrano, como el nuestro, está sufriendo demandas judiciales procedentes de aquellos que no conciben más voces que las de ellos. No deja de ser un dato esclarecedor de la podredumbre política, moral e intelectual de la España presente que se defienda, por ejemplo, el derecho democrático de la izquierda a editar unos carteles presentando a la Virgen como una cabaretera, o a Jesucristo como un transexual, y que en cambio se quiera aherrojar la libertad de medios como El Correo de España por decir precisamente lo que tiene que decir un periodista comprometido con su patria, sin banderías ni sectarismos, en un momento tan comprometido de su historia.

Eduardo García Serrano merece que se le reconozca gallardía, honestidad intelectual y sinceridad patriótica, valores no supuestos sino probados.

Una sociedad se perfecciona y se fortalece con medios como El Correo de España. Valga por ello mi reconocimiento a lo que este medio significa y representa, y también a profesionales que, como Eduardo, dignifican y subliman la profesión periodística, con la misma calidad y elegancia con la que su padre prestigiaba en cada artículo a la misma condición humana.

Por Armando Robles

Publicado en Alerta Digital (23/12/2021)

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