Mosén José Coscolla Cavero, Mártir y Siervo de Dios
Hace un tiempo contactó conmigo un investigador del Arzobispado de Madrid, que estaba preparando la documentación pertinente para la declaración de Beato de Mosén don José Coscolla Cavero, natural de Laguarres, mi pueblo natal, en la provincia de Huesca, que fue asesinado por la fe, por ser sacerdote, en Madrid, el 4 de septiembre de 1936, por milicianos del Ateneo Libertario del Puente de Vallecas.
Hice algunas pesquisas, pero no pude facilitarle información de interés, y bien que lo siento, tanto por el tiempo transcurrido como, básicamente, por la inexistencia de parientes vivos en Laguarres…
Pero si quiero, en estas fechas Navideñas recordarle, con la seguridad de que no morimos si alguien nos recuerda, y más en un caso como éste, de un sacerdote asesinado por su fe.
Don José había nacido en Laguarres (Huesca), en 1860, y tenía 76 años cuando fue asesinado. ¡Era, como se ve, un “grave peligro público”, igual que el pobre chaval, familiar suyo, Antonio Rodríguez Ceballos, de solo 14 años de edad, o los padres del mismo, don Ambrosio Rodríguez Cuesta y doña Dolores Ceballos Coscolla!, asesinatos que fueron denunciados por su hija, hermana y sobrina, doña Luisa Rodríguez Ceballos, el 7 de octubre de 1941, según aparece reseñado en la Bibl.: Verdasco, 14. Alfaya, 73. Causa General, c. III, pp. 58-64, a tenor de la documentación e información facilitada por el Arzobispado de Madrid, repito.
Suponemos que don José estudiaría la carrera eclesiástica en el Seminario de Lérida, diócesis a la que pertenecía la parroquia de Laguarres, por aquel entonces, aunque, por causas que desconocemos, residía en Zaragoza en 1910, cuando contaba cincuenta años de edad.
En esa fecha solicitó trasladarse a Madrid, por razones de salud, ya que padecía una gastritis crónica, que derivó en un cáncer de estómago, del que fue operado en 1919, y que superó, aunque le dejó una salud muy quebrantada.
Con anterioridad, de 1913 a 1916 fue Misionero en Argentina, siendo teniente cura de Pigüé y de Rojas, localidad ambas de la provincia de Buenos Aires, supongo que el equivalente a coadjutor parroquial.
Tras su vuelta a Madrid, posiblemente por los problemas de salud, y los mejores medios y médicos en España que en Argentina, ocupó durante seis años los cargos de cura ecónomo de Fresno de Torote y Sarracines
Fue capellán de las Religiosas Franciscanas de Griñón, durante 5 años, y de las Carmelitas de Boadilla del Monte, durante diez años.
Una vez jubilado de sus responsabilidades como párroco y capellán, pero no de su fiel condición de sacerdos in aeternum, sacerdote hasta la eternidad, fue adscrito a la Parroquia del Santísimo Cristo de la Salud, ubicada en la calle Ayala, 12, de Madrid, y continuó desempeñando su ministerio, siendo útil a los demás, hasta que los miembros del Ateneo Libertario de Vallecas, posiblemente por alguna delación, fueron a detenerle y asesinarle, al igual que a sus parientes, entre ellos un pobre chaval de 14 años de edad, Antonio Rodríguez Ceballos, sobrino y, posiblemente, ahijado suyo.
La parroquia del Cristo de Ayala sufrió el martirio de ocho sacerdotes, incluido nuestro convecino de Laguarres, y de 40 congregantes, que fueron martirizados por el simple hecho de pertenecer a la Real Congregación del Santísimo Cristo de la Salud, entre ellos el Arquitecto del templo, don Luis María Cabello Lapiedra.
Los nombres de esos sacerdotes, ad perpetuam rei memoriam, son los siguientes:
- Don Claudio Olazarri Iturrioz.
- Don Félix del Campo Quintano.
- Don Francisco García Molina.
- Don Francisco Pascual Ramis.
- Don José Coscolla Cavero.
- Don Mariano Illera Cirbián.
- Don Perfecto Alonso Sierra, y
- Don Gregorio García García.
En estos días navideños, los católicos podemos y debemos perdonar, pero creo que nunca debemos olvidar…
Y así lo está haciendo el Arzobispado de Madrid, recopilando toda la información posible sobre todos y cada uno de ellos, para presentar esta documentación en la Congregación para las Causas de los Santos, con la finalidad de que puedan ser Beatificados, al haber sufrido martirio por su fe.
Ruego una oración por el alma de todos ellos, y muy especialmente por nuestro convecino de Laguarres, Mosén don José Coscolla Cavero.
Descansen en paz.
Publicado en El Correo de España (24/12/2020), El Español Digital y Elcriterio (26/12/2020) y Heraldo de Oregón (28/12/2020)
Don Ramiro: ¿por qué cree que los descendientes de los «ajusticiados» por el Frente Popular permanecen en silencio, mientras que los de los»represaliados» por los Sublevados hacen sus reclamos con pitos y maracas? Entiendo que alguna calderilla derivada de la Ley de Memoria puede movilizar a la parentela…y los del bando ganador ya recibieron, supuestamente,su recomoensa por eso. Porque ganaron. Pero ¿no cree que existe algo así como el cargo de conciencia del vencedor?
Gracias por su interesante comentario.
Pienso que se trata de «reescribir» la Historia, a gusto de los entonces perdedores, pero ahora en el poder.
Digamos que, sobre el papel, quieren ganar la guerra que en realidad perdieron…
Por supuesto que la ley de la memoria que yo llamo «histérica» fomenta esa «memoria selectiva», ley que por cierto promulgó Zapatero, y Rajoy, en el tradicional papel de tonto útil del PP, no quiso derogar…
¡Dios quiera que no volvamos a revivir la Historia, que al paso que vamos, no me extrañaría nada!
Hace años que me di cuenta que existían muchos libros sobre los consagrados -mujeres y hombres- seminaristas y novicios; pero de los seglares asesinados por su fe no existía tal trabajo, por lo que me puse a ello.
Tiene mucho mérito que un consagrado muera por su fe, pero en este trabajo hay seglares hasta con cinco hijos, como es el caso de esos mineros asturianos degollados, desangrados, decapitados y descuartizados en su iglesia donde pidieron morir.
Y ya le adelanto otra cosa.
Resulta que llevan años con el proceso de las tres enfermeras de la Cruz Roja asesinadas en un hospital en la línea de León con Asturias, y cuando se escribe y se habla -en vídeo- de ello, algunas veces dicen que al cura también le asesinaron.
Pues bien, nadie sabe quién era ese cura, ni Antonio Montero en su tesis doctoral y después en su famoso libro ni le menciona, no existe.
Un día salió este tema en un Digital de religión, y en conciencia no pude más y escribí algo así:
«Cuando escriben que al cura también le asesinaron ya no escriben más de ese hombre». Les remití los dos nombres y los dos apellidos, la fecha de su nacimiento, que de niño le gustaba ser monaguillo, el año de su ordenación, la fecha de su asesinato a tiros. Pero lo que no escribí ni lo pienso hacer hasta que su momento, es la no apertura de su posible beatificación, porque en parte eso no depende de mi sino que al final depende solo de Dios.
Y ya para finalizar el escrito que envié a ese Digital , que no recuerdo el año pero sí el mes, era mayo, escribí: «Hace solo unas semanas enterramos a un familiar y a la entrada del cementerio a la izquierda está su lápida con su foto de cura».
Y después del rollo, un poco de «publicidad» para quien le interese el tema. Un saludo virtual.
PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 1934-1939: MÁRTIRES SEGLARES BEATIFICADOS
https://angelmanuel-gonzalezfernandez.blogspot.com/2010/06/persecucion-religiosa-en-la-guerra.html
Estimado señor, le agradezco mucho su entrada.
Con gusto buscaré y leeré su libro, al que deseo los mayores éxitos.
Y sí, como usted muy bien dice, teniendo mucho mérito morir por la fe, en el caso de los consagrados, sacerdotes, frailes, monjas, etc., TIENE MUCHO MÁS MÉRITO HACERLO SIENDO UN SIMPLE SEGLAR, por lo qu emerecen el mayor de los respetos, y su Beatificación, al haber muerto por su fe, que es también la nuestra.
Gracias por su atención a este humilde blog, y quedamos a su entera disposición.
Cordiales saludos.
No es un libro, son unos blogs más humildes que el suyo y el tema es el enlace que ya le escribí antes, al final.
Ahora bien, si quiere perder el tiempo y aburrirse, le dejo a su disposición todo lo que editado en Internet.
Saludos cordiales.
Temas editados:
https://angelmanuel-gonzalezfernandez.blogspot.com/2017/02/temas-editados.html
Ya he acudido al primer blog, que es muy interesante, y bien documentado, y mañana, Dios mediante, y con su pemriso, consultaré el otro.
Y de humildes no tienen nada, pues están perfectamente documentados, y son muy, muy, interesantes.
Gracias por su ateción, y quedo, a la recíproca, a la suya, si en algo podemos ayudarnos, o sernos útiles.
Cordiales saludos, y mis mejores deseos para usted y los suyos, en este segundo año de la égida comunista en España.
(Y no hay dos sin tres, ni cuerpo que lo resista).
Al Gobierno del Frente Popular según la Historia, que no se repite pero si se parece, le quedan todavía unos cuatro años más en el Poder.
Ahora quisiera pedirle que cuando pueda y con tiempo, me rectifique o confirme estos dos casos de sacerdotes de Aragón.
Le deseo todo lo mejor para usted y su familia, y para ello nada mejor que ponerse bajo la Protección
de la Madre de Dios y Madre nuestra: LA LLENA DE GRACIA ELEGIDA POR EL PADRE DESDE EL PRINCIPIO AL FIN DEL MUNDO, ESPOSA DEL ESPÍRITU SANTO Y MADRE DEL HIJO.
LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: CLÉRIGOS ASESINADOS EN LA ZONA NACIONAL
+ 19. Pedro Julve Hernández, párroco de Las Cuerlas (Zaragoza). Según otra fuente era párroco de Torralba de los Sisones (Teruel) y tenía un pariente que fue alcalde del Frente Popular y las autoridades militares acusaban a Pedro de ser su inculcador de ideas comunistas, por lo que fue detenido el 25 de julio de 1936 y trasladado a la cárcel de Teruel y nunca más se supo de él.
+ 20. Francisco Jaime Cantín, párroco de Almohaja (Teruel), fue detenido y trasladado a la prisión de Teruel el 25 de julio de 1936, y fusilado a últimos de agosto o primeros de septiembre de 1936. Según otra fuente era carlista y párroco en Calamocha (Teruel). Al parecer tiempo atrás él y un hermano terrateniente tuvieron un juicio contra otras personas por asunto de tierras, juicio que perdieron, por lo que denunciaron al juez acusándole de rojo peligroso, y el juez fue fusilado el 12 de septiembre de 1936. Un hermano del juez que era oficial del bando nacional descubrió que el terrateniente y el cura habían aportado pruebas falsas para acusar a su hermano, por lo que hizo fusilar al terrateniente el 27 de septiembre. Cuando Francisco acudió al cuartel de la Guardia Civil para saber el destino de su hermano, fue arrestado y trasladado a la cárcel de Teruel donde sería fusilado el 12 de diciembre de 1936.
https://angelmanuel-gonzalezfernandez.blogspot.com/2010/06/la-guerra-civil-espanola-clerigos_09.html
Es una pena que yo no esté ahora en Teruel, como si lo estuve hace años, por razones profesionales, y residiendo en el antiguo Seminario Conciliar, transformado en Hospedería, pero «codo con codo» con el señor Obispo, el Vicario General, varios Canónicos, el Archivero del Obispado, etc.
Seguramente, si escribe usted a dicho Obispado, le faciclitarán toda la información que obre en sus archivos, pues me consta que tenían un espcial celo o dedicación al tema de los sacerdotes y monjas martirizados durante la Guerra Civil, pues en Teruel se pasó muy mal durante la Guerra, y se sufrió mucho…
De cualquier forma, y si pudiera obtener algún dato de interés, por supuesto que me pondría en contacto con usted, para lo cual le agradecería mucho me enviase su correo, postal o electrónico, de contacto.
Gracias anticipadas, y mis mejores deseos para usted y los suyos.
Don Ramiro, supongo sabrá usted que en la provincia de Huesca, y más en concreto, en la Diócesis de Barbastro, el 90% de los sacerdotes fueron asesinados por su fe, que es la nuestra.
¡Y que su Obispo fue martirizado hasta la muerte!
O el gitano Pelé, que fue asesinado por llevar un Crucifijo, rezar el Rosario y ser católico practicante, sin haber querido abjurar de su fe.
O los frailes y novicios del Sanuario de El Pueyo, que fueron asesinados todos y cada uno de ellos, por negarse a abjurar de la fe católica.
Si pueden, visiten el Museo de los Mártes de El Pueyo, que está en la Casa de la Orden en Barbastro. Es conmovedor…