La siniestra orden de detención del periodista don Armando Robles Valenzuela
Decía Napoleón que en Francia quiénes realmente mandaban no era él, sino los jueces de instrucción, y no le faltaba razón. Los jueces de instrucción siguen siendo los últimos señores feudales que quedan en España, y aunque un arbitrio judicial, razonado y moderado, es siempre necesario, no podemos ni debemos permitir la arbitrariedad judicial, y mucho menos los abusos de poder, el “uso alternativo del Derecho”, tan propio de los izquierdistas con toga y puñetas, muchas puñetas…
Para corregir esas disfunciones está el consejo general del poder judicial, la posibilidad de recusar al juez actuante, e incluso los juzgados de instrucción.
Y es una lástima que a los jueces les juzguen sus propios compañeros, en su caso, en lugar del Tribunal del Jurado, que sería lo más lógico, precisamente para evitar las presiones corporativas, y las interferencias profesionales, o pseudo profesionales.
¿Puede un juez decretar la detención de una persona, gratis et amore, simplemente porque le da la gana…? Es obvio que no, salvo casos de flagrante delito, en cuyo supuesto los propios cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado pueden detener a cualquiera.
Todo denunciado o querellado recibe una “cédula de citación judicial”, dónde se le cita de comparecencia un determinado día y hora, con la advertencia expresa de que si no acude, o justifica su inasistencia, podrá acordarse su detención.
Asimismo se le advierte que deberá comparecer con abogado de su libre designación, y si no lo tiene, o carece de medios para pagarle, se le nombrará un abogado de oficio.
Normalmente se envía con una tarjeta de correo, ya impresa, pero como es por correo ordinario, si el investigado no comparece, se le cita de nuevo por correo certificado, con aviso de recibo, de forma que haya constancia en el procedimiento de su recepción.
O se manda a un agente judicial al domicilio, a entregar la citación en mano.
Pero lo que no se hace es ordenar a la policía la detención de una persona por una simple denuncia, y sin que esa persona se haga negado reiteradamente a comparecer… (Todos recordaremos el caso de Guillermo Toledo, por ejemplo, ese siniestro personaje “especializado” en injuriar a Dios, a la Virgen del Pilar y a España).
¿Quién ha ordenado esta detención, y en base a qué motivos, que deberán estar debidamente acreditados en la causa?
Un juez no puede hacer lo que le dé la gana.
Tiene mucho poder, pero siempre dentro de la Ley, y nunca fuera del imperio de la Ley.
Si esta causa sigue adelante, convendría que la defensa de don Armando iniciara las acciones disciplinarias, e incluso penales, que estimase convenientes contra la Autoridad Judicial que adoptó esta orden de detención, a priori, totalmente abusiva.
He dicho.
Publicado en Alerta Digital (18/10/2018)
Don Ramiro, celebro que defienda usted a este periodista, injustamente detenido.
Primero se empieza con detenciones de periodistas desafectos, y después se acaba descuartizándoles vivos…
¡Es lo que tienen las dictaduras, y en España vamos camino de una dictadura similar a la Venezolana!
(Peor, es casi imposible).
1. Me parece muy lamentable que se intimide así a un periodista, director de un medio nacional.
2. Si esto hacen con él, ¿qué no harán con nosotros…?
No me gusta ALERTA DIGITAL, pues me parece un diario demasiado agresivo, que solo publica las peores noticias. Parece al antiguo diario EL CASO.
Dicho lo cual, MENOS ME GUSTA QUE SE DETENGA A UN PERIODISTA, POR HACER BIEN SU TRABAJO, cumpliendo con su deber, y ejerciendo los derechos fundamentales que le confieren la Constitución, a la libertad de expresión, de opinión, al secreto profesional, etc.
Leo a veces ALERTA DIGITAL, pero me parece demasiado extremista y negativo. Se parece a EL CASO.
Dicho lo cual, EN UNA DEMOCRACIA NO PUEDE DETENERSE A PERIODISTAS, pues entonces ya no es una auténtica democracia, SINO UNA DICTADURA CAMUFLADA.
Por consiguiente, todo mi apoyo para don Armando Robles Valenzuela y para el diario nacional ALERTA DIGITAL.
LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, DE OPINIÓN Y DE INFORMACIÓN, son los 3 pilares de la democracia.
Si falla alguno de ellos, en realidad los 3, por lo menos en este caso, SE EMPIEZA A DETENER A PERIODISTAS, PARA AMEDRENTARLES, ESTIGMATIZARLES, ETC., algo está fallando, y es evidente que el sistema democrático va camino de su desaparición.
Esa juez debería ser sancionada por esta actuación, completamente arbitraria y abusiva.
Como no soy entendida en leyes pero creo que la constitucion ampara la libertad de prensa y de pensamiento, pero desde que esta el okupa de la Moncloa y el Marques de Galapagar, entre bambalina, nos estar cercenando mas derecho que en los años cuarenta, que ya es decir.
Los jueces no pueden ni deben actuar con las viceras, deben regirse por la ley y ya esta bien de utilizar a la policia para cosas que no les compete Aqui solo hay libertad para los de la izquierda y para blasfemar y profanar y hay que pararles los pies de alguna manera