Miguel Bernad y Manos Limpias, o como destruir un prestigio y reputación


La “justicia” española ha inventado el sistema para hundir a una persona para siempre: la detención televisada. Es lo que le sucedió a don Luis Pineda, el pasado viernes, cuándo las cámaras de La Sexta (que casualidad), estaban preparadas en la estación de Atocha para televisar su detención en directo…

¿Quién les había avisado? Se me ocurren varias posibilidades: el propio juez instructor (Garzón ya lo hacía, según dicen), la fiscalía o algún funcionario del juzgado.

A don Miguel Bernad Remón, un señor de setenta y tantos años, jubilado, que seguramente tendrá que tomar varios medicamentos diarios (un auténtico peligro público, como vemos), se le detiene y exhibe públicamente, se le lleva de aquí para allá, registrando su domicilio particular, para espanto de sus vecinos, ignorantes de que habían convivido con un presunto terrorista, poco menos, integrante de una “organización criminal”, según el Juez Pedraz y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, y luego se les retiene a ambos tres días, el máximo posible, en los calabozos de la policía, para que se vayan “macerando”, siguiendo la doctrina del inefable ex juez Garzón, del que Pedraz es un discípulo y gran amigo, como se vio públicamente cuándo le acompañaba a declarar al Tribunal Supremo, en la causa promovida por Manos Limpias, precisamente, y que supuso su alejamiento durante once años, creo recordar, de la carrera judicial.

¿Y ese Juez Pedraz no se abstendrá de intervenir en un asunto que afecta al promotor de la persecución contra su amigo del alma, Garzón? Por supuesto que no. Los progres son así. Las leyes son para los demás, no para ellos mismos, pues están por encima del bien y del mal, ya que persiguen la “justicia universal”, aunque siempre escorada a babor.

Como obras son amores, y no buenas razones, miremos que dice la legislación procesal española al respecto:

Art. 520, 1, Ley de Enjuiciamiento Criminal: “La detención y la prisión provisional deberán practicarse en la forma que menos perjudique al detenido o preso, en su persona, reputación y patrimonio.

La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos. Dentro de los plazos establecidos en la presente Ley, y, en todo caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial”.

Vemos pues como se han incumplido los preceptos de la bicentenaria ley procesal, que data de 1882, nada menos.,.. En otras palabras, que los “derechos” de los ciudadanos cada día son más reducidos, sobre todo cuándo se tiene la desgracia de caer en manos de una suerte de policía política, como es la UDEF, y es algo que es público y notorio, y no necesita de mayores explicaciones.

Como lo corroboran, además, las notas informativas facilitadas por esta “policía política”, hablando del abultado patrimonio del presidente de AUSBANC, y procurando enmerdar, de paso, a don Miguel Bernad Remón y a MANOS LIMPIAS, mezclando churras con merinas. que si de algo ha pecado, ha sido de ingenuo (como ya demostró con su confianza en el pequeño Nicolás), pues hay compañías indeseadas, que conviene evitar, más que nada para que no te confundan con ellos, siguiendo el viejo refrán del dime con quien andas, y te diré como eres.

Garzón tenía por costumbre irse de vinos, comidas, cenas, a lugares públicos, para ser visto y disfrutar de su tremendo –y efímero- poder, mientras mantenía en los calabozos de la policía, o de los juzgados, a personas que en la mayoría de los casos luego terminaban siendo declaradas inocentes, o incluso se sobreseían los procedimientos, por falta de pruebas. Pero el mal ya estaba hecho. Y esas personas ya no podían levantar cabeza, o les era muy difícil volver a una vida ordinaria.

Obviamente ignoro si el Juez Pedraz sigue la misma costumbre, o se trata de una exigencia policial, para intentar encontrar datos con los que incriminarles.

Me sorprenden las “noticias” filtradas a determinados medios, haciendo constar que como los detenidos ya sabían que estaban siendo investigados, habrían podido destruir las “pruebas”. ¡Qué curioso, no!

Todo ello aderezado con la entusiasta colaboración de los gabinetes de comunicación social de los tribunales superiores de justicia, y en este caso supongo que de la Audiencia Nacional, dónde unas personas nombradas a dedo, personal eventual, nivel 24, se dedican a mandar noticias y filtraciones interesadas a todos los medios, con el lema de injuria, que algo queda, o parodiándolo: “ensucia, que algo queda”.

Y se de lo que hablo, pues lo he vivido en carnes propias.

Publicado en Heraldo Sanitario de Oregón (19/04/2016) y La Tribuna del País Vasco (20/04/2016)

comentarios
  1. Pilar |
  2. Francha |
    • Antonio |
  3. Carmen |
  4. adolfo |
  5. Ramon |
  6. Francha |
    • Ramon |
  7. Pedro |
  8. Francha |