Familias necesitadas y salario social
La noticia del trágico fallecimiento de tres miembros de una familia por ingerir comida caducada, me ha conmovido y afectado profundamente. Y más en estas fechas, en que todos malgastamos tanto dinero en chorradas, sin darnos cuenta de que hay hermanos que necesitan lo más básico: alimentos en buen estado.
Recientemente publiqué un artículo sobre el Banco de Alimentos, que es una de las iniciativas solidarias mejores que conozco, y ello por dos razones: actúan en España, que por desgracia hoy en día no hace falta ir a África para encontrar personas necesitadas, y piden comida, no dinero, con lo cual las posibilidades de engaño al donante prácticamente no existen, mientras que las ONG´S que solicitan dinero, que son casi todas, luego lo acaban gastando en alquilar lujosas sedes, contratarse como empleados los mismos directivos, con sueldo y seguros sociales, faltaría más, y en comidas y cenas. Y si queda algo, para los pobres….
La muerte de estas tres personas me plantea algunas dudas y certezas. Respecto a las primeras, ¿cómo es posible que los servicios sociales de la Junta de Andalucía, tan pródiga en dar millones de euros a la UGT, por ejemplo, no se haya dignado socorrer a esta familia, que había solicitado el Salario Social en octubre pasado, es decir hace ya dos meses…? ¿Estaban esperando a que fallecieran –como así ha sido- para no tener que ayudarles y así poder archivar tranquilamente el expediente…? Cuando una persona está en las últimas, y más si se trata de una familia, no se la puede tener dos meses esperando a que se le de la ayuda, pues si no tiene ni para comer, ya me dirán ustedes como sobrevive durante ese tiempo.
Respecto a las certezas, tengo algunas convicciones al respecto, y son las siguientes:
1. Todas las familias necesitadas deberían tener derecho, por ley, a una ayuda social, como sucede en los países más avanzados. La ciudadanía supone derechos y deberes, y el Estado tiene que estar a las duras (ayudarnos en situación de necesidad) y a las maduras (cobrarnos impuestos y esquilmarnos fiscalmente).
2. Los salarios sociales deberían depender del Estado, no de las Autonomías, o por lo menos ser financiados con fondos nacionales y ser idénticos en todo el territorio nacional. No es de recibo que en Aragón sean distintos al País Vasco, por ejemplo, o que haya Comunidades que prácticamente no los concedan o reconozcan, etc.
3. Deberían habilitarse ayudas de urgencia, para los casos más necesitados, consistentes en bonos, canjeables por alimentos, en establecimientos concertados, o el pago de la luz, el agua, etc. No se puede tener a una familia, y más si hay niños pequeños, esperando varios meses a que se tramite el salario social correspondiente…, mientras tienen que sobrevivir buscando restos de comida en los cubos de la basura, y muchas veces sin luz o agua corriente.
Cada vez que veo esa situación, y por desgracia últimamente es muy frecuente, se me revuelve el estómago, y le doy gracias a Dios por no estar en esa situación, pero también le pido que castigue a los políticos corruptos, ladrones e inútiles por su incompetencia y fechorías.
Descanse en paz esta pobre familia, y ojala la hija supérstite pueda salir adelante con el menor trauma psicológico posible. Rezaré por ellos en estos días en que parece ser obligatorio estar contento y optimista, sin querer darnos cuenta de la cruda realidad social que hay a nuestro alrededor.
Nuestra Constitución de 1978 establece que «España se constituye en un Estado Social y Democrático de Derecho». ¿Dónde está lo social…? ¿Se puede seguir desahuciando impertinentemente a familiar con hijos pequeños, cuando tenemos un parque de más de tres millones y medio de viviendas vacías? ¿Dónde está lo social cuando condenamos a la indigencia a familias necesitadas, con hijos menores de edad?
Enhorabuena al articulista por saber y querer expresar lo que muchos también pensamos, aunque no acertemos a decirlo, o no tengamos medios para hacer público nuestro pensamiento y opinión.
Vivo en Zaragoza, en un sitio bastante céntrico y en los alrededores de la casa cada vez veo a más gente hurgando en los cubos de la basura, buscando comida y cosas que se puedan vender… Se me encoge el estomago cada vez que lo veo. En ocasiones chicos y chicas jóvenes. Alguna ocasión les he ofrecido un par de euros diciendo que es para que se tomen un café, por no decirles que les daba una limosna, y más de uno me ha dado las gracias pero lo ha rechazado… Seguramente por dignidad. No les importa rebuscar en la basura, o no tienen otro remedio, pero no quieren rebajarse a recibir una limosna…
Mientras tanto los políticos siguen subidos a los coches oficiales, que pagamos nosotros, cobrando las altísimas retribuciones que ellos mismos se fijan, y cachondease de todos nosotros. ¡Hasta que la situación estalle, que estallará, al paso que vamos!
Estamos en las fechas del consumismo por autonomasía y rige la insolidaridad más exagerada. La mayoría de la gente no vive estas fiestas con sentido cristiano, sino como un templo del paganismo, el consumismo y el horterismo. Van a lo suyo, y no les importan nada los demás. Son unas fechas que cuanto antes pasen, mejor, pues sólo sirven para gastar el dinero en regalos inútiles, olvidándonos de nuestros hermanos que lo están pasando mal, muy mal…
La mayoría de los españoles son -somos- bastante insolidarios. Ayudamos de vez en cuando, cuando nos apetece, pero así es imposible crear estructuras y organizaciones de apoyo a los más necesitados.. Por otra parte, la mayoría de las ONG´ S son el timo de la estampita: recogen fondos y luego no se sabe que hacen con ellos.
Incluso hay Parroquias, en los alrededores de mi casa, que no quieren comida o ropa para los más necesitados, sino solo dinero… ¿Y que van a hacer luego con esos fondos? Me gustaría saberlo, pero es francamente sospechoso. Yo no tengo problema en comprarle comida o darle ropa a una persona necesitada, pero me niego a darle dinero, pues a veces luego les ves bebiendo vino en la puerta del supermercado o en el parque…