La Justicia duda del proveedor de mascarillas del Gobierno: «Su cifra de negocio era cero»
Un juzgado de Madrid siembra dudas con la proveedora estrella de Moncloa que se adjudicó a dedo los principales contratos de mascarillas en plena pandemia. El auto no solo respalda la información publicada entonces en relación a las sospechas que generó la firma Soluciones Gestión y Apoyo a las Empresas S.L. (y cuya adjudicación fue desvelada por Vozpópuli en abril de 2020), sino que incluso asegura que es noticiable que su volumen de negocio el año anterior a la adjudicación fuera de cero euros.
El proveedor de confianza de Ábalos ganó 3,9 millones ‘limpios’ tras el pelotazo de las mascarillas
Así se desprende de una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 60 de Madrid y al que ha tenido acceso este medio. El fallo desestima la demanda interpuesta por José Ángel Escorial Senante (administrador de la proveedora de mascarillas) contra el abogado Ramiro Grau por su artículo ‘Chanchullo del dinero público-Ábalos José Ángel Escorial la extraña pareja’.
El artículo en cuestión definía al dueño de la proveedora de confianza del Gobierno como «comisionista» y apuntaba a los vínculos de la firma con el entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos. «Resumiendo y concretando, con estos mimbres Ábalos compró ocho millones de mascarillas defectuosas, parece ser que a un precio muy superior a su valor de mercado», decía.
Ciertamente es noticiable que la adjudicataria de ese contrato fuera una empresa que no tenía relación con el sector y cuya cifra de negocio en el año anterior había sido de 0.
Fallo del juzgado
La defensa del letrado autor del escrito respondió a la demanda que el artículo era fruto de una «actividad crítica» y que recogía noticias publicadas en periódicos digitales de primera categoría (mencionando, entre otros, a este medio) que nunca fueron desmentidas por nadie. Al respecto destaca las informaciones desveladas por Vozpópuli en relación a que era una sociedad sin experiencia directa en la adquisición de material sanitario y que se dedicaba a la ejecución de proyectos en África.
«Indudable interés público»
La sentencia no solo no censura el contenido de este artículo, sino que concluye que se hizo eco de «una noticia de indudable interés público». «La empresa de la que era administrador el actor consiguió la adjudicación para la adquisición de un número muy importante de mascarillas con un precio también importante. Ciertamente es noticiable que la adjudicataria de ese contrato fuera una empresa que no tenía relación con el sector y cuya cifra de negocio en el año anterior había sido de 0», reza.
Tampoco pone el duda el lote de los 8 millones de mascarillas que adquirió Puertos del Estado por orden del Ministerio de Transportes en los primeros compases de la pandemia del coronavirus. Además, en lo que respecta a expresiones concretas como «la extraña pareja» en relación a Ábalos y el administrador, precisa el juez que la finalidad de este órgano no es juzgar si una expresión es o no afortunada, sino si vulnera el derecho al honor del demandante.
«Por tanto, y a modo de recapitulación, se puede concluir que el artículo en cuestión se hizo eco de una noticia de indudable interés público. Especialmente en un periodo en el que estaba vigente el estado de alarma y decretado el confinamiento general de la población. Y que por tanto era especialmente importante la fiscalización de la actividad de las administraciones públicas por parte de los medios de comunicación», incide el auto.
La proveedora de Ábalos y Canarias
El equipo del socialista Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias, cerró en 2020 tres contratos de suministro por un total de 11,2 millones de euros con Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas. Una sociedad con sede en Zaragoza y cinco trabajadores que ingresó en el año 2020 un total de 53 millones de euros, frente a los 0 euros de facturación que declaró el año anterior y los 101.058 de 2018.
«La totalidad de los ingresos de la sociedad provienen del suministro de equipos de protección individual a distintos entes públicos y privados», expone en sus últimas cuentas publicadas en el Registro Mercantil correspondientes a 2020. Una contratación pública que adelantó entonces Vozpópuli y por qué apodó a esta sociedad ‘el proveedor de confianza de Ábalos’.
Soluciones de Gestión aparecía en el mapa en marzo de 2020 cuando el Ministerio de Transportes adjudicaba de manera unilateral y sin concurso, por la emergencia, la compra de ocho millones de mascarillas por un total de 24,2 millones de euros. Pocos días después, en esta ocasión a través de Adif, el organismo que tutelaba entonces José Luis Ábalos compraba a Soluciones de Gestión cinco millones de mascarillas por 12,5 millones. Tampoco añadía más información a este contrato de emergencia.
La información esta compañía era entre escasa e inexistente. Su web solo ofrecía un último proyecto en África en 2017. Desde Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas comentaban a este medio en anteriores publicaciones que «ha tenido actividad desde 2017, lo que no ha tenido son ingresos de grandes proyectos desde el año 2018. En el año 2017 se finalizó un proyecto internacional y se facturaron unos cinco millones de euros. Aparte la empresa se ha mantenido estable mientras presentaba ofertas a proyectos internacionales».
El Ministerio del Interior también apostó por la firma. El equipo de Fernando Grande-Marlaska detallaba la compra de un millón de mascarillas a esta misma empresa por 3,48 millones. La elección de este proveedor por parte de Interior, según explicaban a este medio, se debe a la mediación del Ministerio de Transportes. La rúbrica de todos estos contratos ‘de emergencia’ hizo que los empresarios que están detrás de esta sociedad obtuvieran un beneficio de 3,9 millones de euros en 2020, frente a las pérdidas de 1 millón y 1,13 millones de euros de los dos ejercicios anteriores.
El demandante, en los papeles de Panamá
Esta pequeña empresa tampoco revela mucha información de su gestión. Su administrador único desde el pasado 14 de julio es Daniel Sierra Monedero, tal y como publicó el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME). Previamente, lo era la sociedad Purdey Investment S.L., administrada por José Ángel Escorial Senante. El nombre de este empresario -que acaba de perder la demanda contra el abogado Grau- figura en la base de datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que investigó los Papeles de Panamá, supuestamente por tener empresas offshore en Malta. En concreto, Delta Advisory and Management Services Limited y Arce Investment Consulting Limited.
Soluciones de Gestión y Apoyo de Empresas S.L. no solo desarrolla su actividad en España, sino que también lo ha hecho en Angola. De hecho, allí se involucró en dos proyectos a través de una Unión Temporal de Empresas (UTE) con Cueto Comercial 92, una compañía procesada por corrupción en el ‘caso Defex’. La investigación abierta por la Fiscalía abre la puerta a conocer más información de este proveedor de confianza del Gobierno dos años después de su contratación.
Su última aparición en la contratación pública de este ‘proveedor de confianza de Ábalos y el Gobierno canario fue en diciembre de 2020 tras acumular cinco contratos con la Administración pública. Soluciones de Gestión salía de un nuevo contrato de material sanitario del Gobierno. En este caso, en el esperado ‘megacontrato’ de Sanidad valorado en 2.500 millones de euros. La pyme de Zaragoza fue una de las elegidas de esta compra centralizada a través de una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada con Ferrovial. Una elección que, a día de hoy, se desconoce si ha servido para traer algo de material sanitario a España.
GEMA HUESCA Y ALBERTO SANZ
Publicado en VozPópuli (06/03/2023)
Een realidad, nadie en su sano juicio duda de los chanchullos de José Luís Ábalos Meco, José Ángel Escorial Senante, Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, S. L., etc., que le han permitido hacerse con cincuenta y tres millones sesicientos mil euros, por la venta al gobierno, y a los gobiernos socialistas de Baleares y Canarias, de millones de mascarillas defectuosas, de baja calidad, que no servían más que «para coge el dinero y corre…».