La futura república bolivariana de España


Siento mucho lo que voy a decir, o más bien a augurar, pero por simples razones de coherencia intelectual y personal, me veo en la obligación de decirlo.

España se encamina hacia un “modelo” venezolano, bolivariano, de gobierno –o más bien de desgobierno-, con un tonto, Maduro, en nuestro caso Pedro Sánchez, que es el que da la cara, y un grupo de ideólogos de extrema izquierda, dirigidos por Iglesias, el chepas, que es quien mueve los hilos… (Igual que en Venezuela, ¿o de verdad creen ustedes que Maduro pinta algo, si el pobre no sabe ni dónde tiene la mano derecha…?).

Los últimos acontecimientos me inducen a pensar lo peor, y a los hechos me remito:

  • Gobierno por reales decretos-ley, con el acompañamiento coreográfico, en el papel de tonto útil del Rey Felipe VI, que o no se entera de nada, o finge no enterarse. (Es posible que piense aquello de “dame pan y dime tonto”, el problema es que el pan le va a durar poco…).
  • Modificación de las normas legales, incluidas las constitucionales, por la vía de hecho, que no de Derecho: si el Senado está en manos del PP, ningún problema. Evitamos la intervención del PP, y decimos que la “soberanía” está únicamente en el Congreso…
  • Intervención de todos los medios de comunicación públicos, con el nombramiento de “comisarios políticos” que se hagan cargo de su total y absoluto control, despido de los periodistas desafectos al “régimen”, o envío al ostracismo profesional, etc. (Todo ello se está haciendo ahora mismo).
  • Manipulación de la información oficial, de forma que cualquier parecido entre la realidad y lo que se dice o publica, sea una mera coincidencia.
  • Y (idea podemista, creo, pues Pedrito no se caracteriza por su gran inteligencia, precisamente), permitimos la invasión y ocupación de España por millones de harapientos del tercer mundo, a los que damos seguridad social gratis –sin necesidad ni de empadronarse-, comida, ropa, y prestaciones sociales, y después les damos “derecho” a votar, como si a ellos se les hubiera perdido algo en este entierro… (Excuso decirles que votarán a quien les da mejor trato que a los nacionales de origen, con todos los derechos, pero ningún deber, ni obligación de contribuir al levantamiento de las cargas, cada día más elevadas).

En definitiva, ir implantando la “república bolivariana”, por la vía de los hechos.

Primero echamos a Franco del Valle de los Caídos, con la firma favorable de su “heredero” político, el Rey de España…, para seguidamente cuestionar la figura del Rey, cuyo poder no viene de un referéndum nacional, en dónde la mayoría de la población haya optado por la forma monárquica, sino de la “democracia orgánica” de Franco, es decir del Sucesor que Franco tuvo a bien designar. (Y hay que reconocer que el pobre metió la pata, igual que Aznar con el rajao…).

En definitiva, vamos camino de una república bolivariana, pero no a largo plazo, sino a medio o corto plazo, pongamos que en un par de años, como mucho.

¡Que es el tiempo que Maduro, digo Sánchez, necesita para transformar el país, y que no lo conozca ni la madre que lo parió! (Como en su día dijo Alfonso Guerra, cuando la PSOE llegó al poder por primera vez).

Mientras tanto, una gran mayoría de la población española, totalmente aborregada, sigue disfrutando de sus vacaciones, y pensando en cómo llegar a final de mes…, “gracias” a las tarjetas de crédito, es decir, al negocio de la usura.

La duda que tengo es que pasará con Cataluña y el País Vasco, una vez que los bolivarianos lleguen al poder.

Para los marxistas, que al fin y al cabo son hijos del comunismo ruso, una España débil es lo mejor, y más habída cuenta de nuestra permanente alianza política, económica y militar con USA, por lo que presiento estarán a favor de fomentar la desmembración del país en tres repúblicas distintas: España, o lo que quede de ella, que podríamos llamar la Ex España, Cataluña (en manos de los judíos, pues están totalmente endeudados y arruinados, realmente en quiebra técnica), y el País Vasco, posiblemente en manos de los proetarras, una especie de nueva Albania europea…

Como pueden ver, el futuro es halagüeño, y el que no es optimista, es porque no quiere. (Entiéndase la ironía, espero).

Voy a ver si me tomo un café, y me animo un poco, antes de hacerme el harakiri. (Claro que no tengo valor para ello).

Publicado en La Tribuna de España y La Tribuna de Cartagena (25/08/2018), Heraldo Sanitario de Oregón (27/08/2018), Alerta Digital (28/08/2018) y El Correo de Madrid (29/08/2018)

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