Yo acuso a Israel del genocidio palestino
Estoy horrorizado ante el asesinado de sesenta y tantos palestinos, muchos de ellos ancianos, mujeres y niños, a manos de los ¿soldados? Israelís, que tiran a matar. En realidad no son soldados, pues los militares luchan en las guerras contra sus iguales. Estos son asesinos despiadados y desalmados, que disparan contra una población indefensa, y a matar.
¡Encima son francotiradores, según los medios de comunicación, que buscan con sus miras telescópicas personas indefensas, para asesinarlas, repito!
La situación es repugnante, y amenaza con agravarse, en días sucesivos.
Todo estado tiene derecho a defender sus fronteras, evitar invasiones extranjeras, etc., pero hasta ciertos límites. No se pueden utilizar armas de fuego sobre poblaciones indefensas, desarmadas. Hay otros muchos medios, menos violentos: vallas, alambradas, tanquetas echando agua a presión, fuerzas policiales, etc.
¿Se imaginan ustedes que pasaría, y que dirían de España, si utilizáramos los mismos medios en nuestras fronteras de Ceuta y Melilla, por ejemplo?
Ni que decir tiene que rápidamente nos denunciarían ante el Tribunal Penal Internacional, Tribunal del que ni USA ni Israel reconocen jurisdicción alguna, por supuesto…
Pero lo que más me indigna y repugna es el dejar hacer y dejar pasar de la comunidad internacional, empezando por esta Europa de los mercaderes, que es incapaz de ser nada, y pintar algo en el contexto mundial.
Y de USA ni hablo, pues ellos son los que han encendido la mecha, con el traslado de su embajada a Jerusalén, dando así apoyo a los deseos judíos de apropiarse de toda la ciudad, expulsando de ella a los musulmanes y cristianos.
Los judíos siempre han ido de pueblo perseguido, a lo largo de los siglos, pero visto cómo actúan ellos con los demás, se explican muchas cosas.
Dicen que los genocidios son también culpa de los que, conociéndolos, no han levantado su voz contra ellos. A Dios gracias, y en estos tiempos que corren, es difícil ocultar estos asesinatos colectivos, que en realidad son auténticos genocidios.
Y como no quiero ser cómplice ni encubridor de este genocidio de Israel, yo lo denuncio públicamente.
Publicado en Heraldo de Oregón (16/05/2018). Alerta Digital (17/05/2018), Sierra Norte Digital (18/05/2018) y La Tribuna de Cartagena (20/05/2018)
Me horrorizan estos ASESINATOS DE CIVILES INDEFENSOS Y DESARMADOS, de ancianos, mujeres y niños, y me da asco pertenecer al mismo género ¿humano? que los asesinos.
YO TAMBIÉN ACUSO A ISRAEL.
Yo también acuso a Israel y a los judíos.
Visto lo visto, no se que pensar. Tal vez Hitler no era tan tonto, y pretendía charles de Europa para que no molestaran, ni se apoderasen del poder, por medio del dinero, los préstamos, la usura, las actividades bancarias, los seguros, el comercio del oro…
De cualquier forma, REPULGO CUALQUIER FORMA DE VIOLENCIA SOBRE LA POBLACIÓN CIVIL INDEFENSA.
Perdón, donde pone REPULGO debe decir REPUGNO.
Pido disculpas por el error mecanográfico.
La mayoría de los medios de comunicación están tomados por los judíos, por lo que no es extraño que «hagan oídos sordos» a todos estos asesinatos.
Vivimos en una sociedad en la que quien realmente manda es el dinero, no los políticos, que son unos simples títeres del capitalismo internacional, que está en manos de los judíos…
Ergo, no nos podemos ni debemos extrañar de que este genocidio se esté ocultando ante la opinión pública internacional, que en realidad es la opinión publicada.
Al no hablarse del asunto, se supone que el problema no existe.
Y todos contentos.
¡Menos el centenar de asesinados, claro, que deben estar revolviendo en sus tumbas, maldiciéndonos a todos nosotros!
Ni siquiera esta desgracia de Papa que tenemos, ha condenado claramente lo sucedido.
No es entendible, esta matanza, ni otras muchas, la prensa esta en manos de ellos y solo publican lo que les afin, es cierto que entre un judio y u8n palestino prefuiero el judio, pero lo que es inadmisibles son estas matanzas indescriminadas contra una poblacion civil e indefensa La ONUN con sus silencio es comnplice de estas matanzas, como lo es Bergolio con su sinlencio