Correos nos engaña con el correo urgente
En los últimos tiempos estoy recibiendo bastante correspondencia urgente, unas veces como cartas urgentes, y otras certificadas y urgentes.
En el caso de certificados urgentes, los precios son realmente muy elevados, por no decir abusivos. Ahora mismo tengo encima de la mesa un sobre normalizado, que contenía un solo folio, y cuyo expedidor pagó a Correos la friolera de 6,23 euros, según consta en el franqueo.
Esa misma carta, enviada como un certificado normal y corriente, no hubiera llegado ni a tres euros, creo recordar que dos con setenta y tantos céntimos, es decir que la urgencia duplica la cuantía a pagar.
El transporte siempre se ha efectuado al igual que el correo ordinario, es decir no hay envíos aparte del correo urgente, pero si hay (o, mejor dicho, había) un reparto especial.
Cuando las cartas llegaban a término un grupo de carteros, destinados a la unidad o servicio de urgencias, o algún empleado, en localidades pequeñas, se dedicaba a repartir ipso facto el correo urgente…, que para algo cuesta más del doble su envío, en el caso de cartas certificadas.
Pues bien, desde hace varios meses vengo observando que las cartas teóricamente urgentes las trae el cartero que atiende normalmente mi domicilio, lo que me extraña mucho, pues supone, además, que en vez de tardar un día o dos en llegar, a veces se demoran tres ó cuatro días, por exceso de trabajo, o por las razones que fueren.
Tras preguntar a varios carteros, amigos y conocidos, me indican que como Correos anda mal de dinero (se supone), pues en vez de contratar personal para hacer el reparto de las urgencias, las derivan a los carteros normales y corrientes, de forma que si una carta urgente a su nombre llega a Zaragoza hoy por la mañana, por ejemplo, en vez de repartirla a lo largo de la mañana, o incluso a primera hora de la tarde, se deja para que la reparta el cartero al día siguiente, y sino al otro, que prisa no hay. Total, ya han cobrado por el certificado, por la urgencia, por el sobre no normalizado, por el peso, y por la madre que nos parió a todos… Y aquí paz, y después gloria.
¿Cómo se llama esta forma de actuar en el lenguaje ordinario…? Pues un fraude, un engaño, o, si me apuran un poco, una auténtica estafa, acudiendo incluso a la definición de la estafa que da el Código Penal, y en la que es un elemento básico el engaño.
Correos tiene todo el derecho del mundo a no prestar el servicio de correo urgente, faltaría más, si considera que es deficitario, no quiere contratar más personal, o por las razones que fueren, pero lo que no puede –y sobre todo, no debe hacer- una empresa que se supone es seria y profesional, es engañar a sus usuarios. Así de claro.
Publicado en El Librepensador (03/12/2016), Sierra Norte Digital (08/12/2016), Rambla Libre (10/12/2016) y La Tribuna del País Vasco (12/12/2016)
Normalmente en las Navidades, Correos se colapsa, y como parece ser que no ganan dinero, o incluso tienen pérdidas, lo cierto es que no contratan a varios miles más de repartidores, con lo cual el servicio de reparto -así como la atención en las oficinas- es un auténtico desastre.
Vamos viendo como, poco a poco, España se va deteriorando cada vez más, pues todos estamos peor, MENOS LOS POLÍTICOS…
Como me decía hace poco un amigo que trabaja en Correos: en esta empresa hay muchos jefes, pero pocos indios, es decir, trabajadores de verdad.
¡Y es un modelo que creo se repite en la mayoría de las empresas públicas, por no decir en todas!
Tiene usted mucha razón en lo que dice.
Trabajo en Correos, y ahora mismo tenemos miles y miles de envio sin repartir, pues no damos abasto.
Hace años se contrataba a más personal, temporalmente, con contratos de un mes, por ejemplo, pero ahora la empresa dice que no hay dinero, y escasamente contratan a nadie…
Incluso cierran oficinas varias horas al día, normalmente de 13 a 16,30 horas, por ejemplo, para reducir gastos, con lo cual lo único que consiguen es qu ehaya más colas, peor servicio, en la recogida del correo de la tarde no haya prácticamente envios, pues ya ha habido una recogida previa a las 12,30 horas, por lo que a las 16,30 horas no hay casi nada que recoger, etc.
En fin, la lista sería larga, y lo que más me llama la atención es LA TOTAL PASIVIDAD DE LOS SINDICATOS, que no hacen absolutamente nada para intentar que la empresa funcione mejor.
Gracias por decir la verdad. Nosotros no podemos, pues nos expedientarían y sancionarían disciplinariamente…
Correos funciona de pena, con mas tecnologia que en tiempos pasados, la desmotivacion es ya perpetua. Es cierto que todavia hay buenos profesionales, pero cada vez quedan menos. Mucha tecnologia pero funciona mucho peor que antes, ya no se mandan giros, porque los bancos hacen ese trabajo y se manda menos correos que antes porque con los Pc es mas rapido y seguro y ademas no cuesta tanto como correos, pero lo mas sangrante es que habiendo tantos pueblos sin medios de comunicacion y donde el cartero no pasa todos los dias no exista el telegrama, tan socorrido en otros tiempos, una pena y quien esto escribe conoce muy bien correos desde dentro pues mi abuelo fue Jefe superior de Correos en Granada, mi madre llegó a ser Jefa de Teleben ( Telegramas por la noche o especiales ) y un tio fue jefe de Telegrafos en un pueblo de Sevilla, y la dejadez y mal servicio es lo que ahora reina en el caos de correos
Hay que reconocer la gran labor de CORREOS PARA ACABAR CON LA CULTURA EN ESPAÑA…
Hace poco me contaba un amigo, dueño de un tienda de viejo, que enviar dos libros de Gerardo Diego, creo recordar, a un cliente, le había costado 13,50 euros, creo recordar.
Una auténtica barbaridad, que incrementa notablemente el coste de los libros para su cliente, pues lógicamente tiene que cargarle ese gasto.
¡Y que hace que mucha gente deje de comprar libros!
En la época de la oprobiosa, es decir de Franco, existía una tarifa postal reducida llamada «difusión de la cultura», o algo así, y que favorecía el envío de libros, revistas y diarios. Pero claro, entonces eramos todos borregos, y ahora hay mucho sabio de Internet…
(Espero que se entienda la ironía del último párrafo del comentario).
Él, como otros muchos, se ha planteado hacer sus envíos por agencia de transportes, PUES ES MÁS BARATO QUE CORREOS.
Hoy me acaban de traer una carta certificada y urgente.
La ha traído el cartero que hace el servicio diariamente, de lunes a viernes, y en su horario habitual de reparto, por la mañana.
¿Para qué pagamos la urgencia, si luego, a la hora de la verdad, se reparte con el correo ordinario…?
Me parece el timo de la estampita. Es una vergüenza que una empresa pública nacional tenga a desfachatez de actuar así.
El correo urgente solo sirve para incrementar los gastos y cobra ellos por no dar un mejor servicio Esto es una verguenza