Abogados del Estado y puertas giratoria
Si hay un cuerpo realmente pernicioso en la administración española es el de los abogados del estado. Unos juristas con una gran preparación, que todo hay que decirlo, pero que acostumbran a mirar por encima del hombro a los demás abogados, y hasta a los jueces y fiscales.
Unas personas a las que les cabe el Estado en la cabeza, o más bien la gran cantidad de normas legales que dificultad la vida de los 47 millones de españoles… Y que confunden memoria con inteligencia.
Pero que listos lo son, y un rato largo. Desde la actual ministra de defensa, que evidentemente no tiene ni puta idea de temas militares, o la vicepresidenta, tan espabilada para colocar a su marido, también abogado del estado, faltaría más, en Telefónica, con un sueldo millonario. (El marido de la primera se dedica a turbios negocios, que para él deben de ser negocios pero para las empresas por las que pasa no dejan de ser ruina, pura y dura).
Estos señores acostumbran a “adornar” los consejos de administración de los bancos y grandes empresas, pues igual que en Navidad queda muy bien poner a un pobre en la mesa, el resto del año da mucho fuste tener a un abogado del estado de compañero en el consejo de administración, y más en estos tiempos que escasean los títulos nobiliarios para que den prestancia al consejo correspondiente…
Hace unos años tuve un juicio en la Audiencia Nacional, y el abogado del estado que compareció ostentando la defensa y representación de la administración demandada, el Ministerio de Justicia, en concreto, basó su defensa en un ataque al demandante, en este caso el que suscribe, que no me quedo más remedio que formular una denuncia contra él, en vía disciplinaria. Por supuesto no me hicieron nada, faltaría más. Estoy seguro de que mi queja la informó alguno de sus compañeros, y hoy por ti, mañana por mí.
Pero al investigar sobre su vida y obras en esa moderna portería universal que se llama Internet, Google, Facebook, etc., observé que el citado individuo era consejero de varias empresas, y creo recordar que hasta ejercía la abogacía privada en Madrid.
¿Y la ley de incompatibilidades? Pues la ley de incompatibilidades los abogados del estado se la pasan por donde usted y yo sabemos, siguiendo la máxima del Conde de Romanones: “Dejarles que hagan las leyes que quieran, que yo haré los reglamentos”.
En efecto, un real decreto de 1985, creo recordar, les autoriza a ejercer la abogacía sin grandes problemas… El argumentarlo del cuerpo, expuesto verbalmente por un Director del Servicio Jurídico del Estado al que suscribe, en un curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial, era el siguiente: “Tenemos que dejarles ejercer la abogacía privadamente, porque sino se nos irían todos, dado lo buenos juristas que son, y lo poco que les pagamos, en relación con lo que podrían ganar en despachos privados de abogados”.
¿Y cuál es el problema? Con reformar la legislación para que el funcionario excedente por asuntos propios –salvo por maternidad o paternidad, o circunstancias análogas- pierda la plaza, asunto solucionado. ¡Seguro que se lo pensarían dos veces antes de marcharse!
Mientras sigamos teniendo estos cuerpos medievales, que creen ser propietarios del Estado, o por lo menos usufructuarios –y los letrados del Consejo de Estado son otro claro ejemplo de lo que digo-, no creo que España progrese ni vaya hacia adelante, pues constituyen una clara rémora para la defensa de los intereses generales, que confunden con los suyos propios, corporativos, de casta, de clase social, y hasta de familias…
En fin, termino ya, que no hay que cansar a los lectores. Pero prometo nuevas entregas sobre el particular, con el caso concreto de la defensa en Derecho de la Universidad de Zaragoza por un abogado del estado “en el ejercicio privado de la abogacía”, es decir, cobrando sus buenos dineros, durante más de treinta años. Pero eso sí, nadie reconoce que le haga nombrado o hecho ese encargo. Un caso realmente acojonante, por no decir para vomitar. (Todo lo que digo lo tengo documentado, y si alguien lo duda o quiere discutirlo judicialmente, por mi parte encantado).
Publicado en El Librepensador, La Tribuna del País Vasco, Heraldo Sanitario de Oregón y La Gaceta Europea (02/12/2016), Rambla Libre (03/12/2016) y Sierra Norte Digital (06/12/2016)
Efectivamente, mi experiencia también es que esta gente son perniciosos para el Estado, o más bien para los ciudadanos, pues confunden sus propios intereses corporativos con los generales de la Nación, antes llamada ESPAÑA, y pronto EXESPAÑA.
El hecho de que puedan ejercer la abogacía ES UNA ABERRACIÓN JURÍDICA, algo similar a que los Fiscales, por ejemplo, pudieran acusar por la mañana a los delincuentes en los Juzgados, y por la tarde defenderles en sus despachos.
¿A qué a todos nos parecería UNA TREMENDA INJUSTICIA?
Pues este caso es similar, por mo decir idéntico, ya que los fiscales, al igual que los jueces, tienen prohibido dar cualquier tipo o clase de asesoramiento jurídico a particulares…, lo que no sucede con los abogados del estado, que nunca sabes si están dentro o fuera del mostrador del «servicio público»…
1. Que la UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA haya sido defendida en juicio, y asesorada en Derecho, por un Abogado del Estado, EN EL EJERCICIO PRIVADO DE LA ABOGACÍA, ME PARECE DE JUZGADO DE GUARDIA.
2. Y no por parte del abogado del estado, CUYA SITUACIÓN ERA TOTALMENTE LEGAL, AL PODER EJERCER PRIVADAMENTE LA ABOGACÍA, POR TENER RECONOCIDA LA COMPATIBILIDAD, sino por parte de la propia Universidad, que en lugar de firmar un CONVENIO DE COLABORACIÓN CON LA ABOGACÍA GENERAL DEL ESTADO, prefirió gastarse el dinero público en beneficio de un particular, no de la propia Institución del SERVICIO JURÍDICO DEL ESTADO.
Estas cosas sólo pasan en España, o más en concreto, en Aragón.
Son Marca ESPAÑA, y/o marca ARAGÓN. Y así nos va.
Entiendo poco de temas juridicos aunque me apasiona, por esos los leo, pero me parece que parte de ciertos funcionarios del Estado y los abogados del estado lo son, son meros f.oreros que solo sirven para evidenciar que la justicia esta PODRIDA, son cuadriculados, pero los jueces siempre les dan la razón, aunque no hayan entendido nada de lo que ha expuesto el Abogado del Estado contrario al Estatuto marco y lo que plantea el abogado defensor Una desidia de la que muchos se aprovechan
1. Francha, es posible que tengas pocos conocimientos jurídicos, pero tienes mucho sentido común, ese del que andamos tan escasos en España…
2. Precisamente por eso tienes mucha razón en lo que dices: en la práctica, tanto lo que dicen los Fiscales como los Abogados del Estado, e incluso los Letrados de las Comunidades Autónomas, de la Seguridad Social u organismos públicos en general, SUELE IR A MISA, pues los jueces no tienen ganas de indisponerse con los poderes existentes en nuestra sociedad…
¡En otras palabras, muchos jueces son bastante cobardes para exigir el imperium de la ley, y no pasan de ser unos funcionarios distinguidos, y con manguitos, es decir, las puñetas de las togas!
Esta situación es la que hay que nuestra «democracia» sea de ínfima calidad, pues no hay UNA AUTÉNTICA SEPARACIÓN DE PODERES.
Muchas gracias, pues, por tu atinado comentario.
Los jueces y lo se por propia experiencia les importa muy poco las argumentaciones de los abogados defensores, saben que lo que diga el abogado del Estado ha de ser lo que incline su sentencia aunque sea una sentencia injusta porque no respeta el estatuto marco, pero el Juez se debe al abogado del Estado, que opara eso cobran del estado ESCANDALOSO
Pasa lo mismo con los Fiscales.
Tanto los fiscales como los abogados del Estado SON SEMIJUECES, pues casi siemprew consiguen inclinar la balanza a su favor.
En otras palabras, el PODER JUDICIAL considera que la defensa de los intereses públicos es superior a la legítima defensa de los intereses privados de los ciudadanos, A LOS QUE SE CONSIDERA DE SEGUNDA CATEGORÍA, y digo segunda por no decir tercera.
Posiblemente sea a los extranjeros a los que se considere de segunda categoría.
Y a los españoles de tercera…, pues siempre veo que se trata mejor A LOS EXTRANJEROS QUE A LOS ESPAÑOLES DE ORIGEN.
Antonio, perdona, los extranjeros son de primera, tiene derecho a abogado gratis y a menos pena que cualquiera, oido en un juicio al que asisti como testigo » Le impongo una multa de seis euros duarmte un mes, porque como la va a pagar su ONG no es cuestion de que le sea mas gravoso» El angelito conducia un automovil que lo habia aparcado en la calle Capitan Portoles impidienbdo el transito a la calle del antiguo cine quijote, que no recuerdo como se llama, creo que es Casa Jimenez, pero no estoy muy segura, cuando el coche ya estaba montado en el coche grua vino el angelito y pidio que se lo quitaran y se lo dieran, el señor del coche grua le dijo que ya estaba ensablado y que no podia hacerlo que se lo llevaba al deposito, delante de la policia de trafico empezó a tirarse al suelo y darse golpes , la policia lo levanto varias vces y una de las veces le dijo claramente que lo iba a denunciar al juez por que le estaba empujando y pegando, a todo eso el angelito con el movil llamando a una ONG, al ver eso les di a la policia mi DNI diciendoles que si lo denunciaban yo les hacia de testigo, y asi fue con el resultado resaltado anterior mente Me senti indefensa y desprotegida anye la justicia de ver que un extranjerto tenia impunidad
Francha, estoy totalmente de acuerdo contigo.
En España los extranjeros SON CIUDADANOS DE PRIMERA.
No pagan prácticamente impuestos ni seguros sociales, pues la mayoría trabajan en la economía sumergida, pero tienen «derecho» a todo: viviendas sociales, becas de comedor para sus hijos, ropa y alimentos en Cáritas, Banco de Alimentos, etc., salario social de Aragón, subsidios de desempleo…
LOS ESPAÑOLES SOMOS CIUDADANOS DE SEGUNDA, E NUESTRO PROPIO PAÍS, antes llamado España, o nuestra Patria.
¡Por cierto, que curioso que el único líder político que habla de la Patria se llama Pablo IGLESIAS!