La familia Solano-Magallón: Elogio y homenaje a los maestros nacionales
Hace unos días asistí a la Misa de despedida a doña Carmen Magallón Salvo, esposa de don José María Solano Otín, los dos Maestros Nacionales que me “desasnaron”, a mí y a todos los niños de Laguarres, mi pueblo natal, en La Ribagorza, Huesca.
Nuestra gratitud es inmensa hacia ambos, como lo es también la del pueblo, y buena prueba de ello es la dedicatoria de una plaza en la localidad: “Plaza de los Maestros Solano-Magallón”.
Ir destinado a un pueblo rural, aislado, en pleno pre Pirineo, con la obligación de atender a todos los niños, desde los 5 ó 6 años hasta los 14, en que terminaba entonces la escolarización obligatoria, tenía que ser duro, muy duro.
Don José nos decía, como anécdota, que cuándo llegó a Laguarres cobraba 14 pesetas al mes, y tenía que pagar 16 por el alojamiento, a pensión completa, en la fonda del pueblo, que por aquel entonces era casa “Chironi”.
¿Cómo se las arreglaba para sobrevivir, poder pagar el hospedaje, vestir adecuadamente, etc.? Pues muy sencillo, cogiendo la bicicleta y desplazándose hasta la vecina capital de la comarca, Graus, donde su familia tenía una tienda y taller de reparación de relojes, transistores, etc., y hacer allí unas horas, para conseguir un modesto sobresueldo. Y luego, vuelta a Laguarres, ahora de subida, pedaleando los casi 12 kilómetros que separan ambas poblaciones…
De esta madera, la mejor madera dicen que es la de boj, pues de madera de boj, eran nuestros maestros nacionales.
Posteriormente se casó con doña Carmen Magallón, también maestra de una localidad próxima, y consiguieron plaza ambos en Laguarres, fundando una familia, y dándoles Dios cuatro hijos, dos chicos y dos chicas: José María y Pedro, ambos fallecidos por desgracia, Carmen y Luisa.
Y siete hermosos nietos, todos los cuales presidieron junto con sus madres y esposos, la despedida de doña Carmen, pues don José ya se nos fue hace años.
Los Maestros Nacionales hicieron mucho por el progreso del Altoaragón en concreto, y de España en general. Con una exigencia educativa, que era la misma que también se exigían a sí mismos, no como ahora, que los institutos y escuelas parecen más guarderías que otra cosa.
Don José estaba legítimamente orgulloso de que de sus aulas hubieran salido tres profesores universitarios (Santiago, José María y yo mismo), y varios profesores de enseñanzas medias y maestros, amén de otros titulados universitarios. Y empresarios, autónomos, y lo que es y era más importante, como no se cansaba de repetirnos: personas honradas, que aman a sus padres, a su familia y a su Patria.
Recuerdo su colaboración con el Club Cultural 33 de aquí, de Zaragoza, ciudad donde ambos consiguieron plaza en sus últimos años de servicio activo, pues ya tenían muchos puntos, es decir numerosos años de servicio activo en el Magisterio Español.
Y su callada labor –de la que me enteré por casualidad, pues no les gustaba pregonarla-, ayudando a personas necesitadas, a través de la Parroquia a la que pertenecían, y grupos cristianos que frecuentaban, pues ambos eran dos personas de hondas raíces cristianas.
Cuando tanto se denosta el régimen franquista, como si no hubiera hecho nada por los españoles, no puedo olvidar la presencia por toda la geografía nacional de miles y miles de Maestros Nacionales, que con gran precariedad (era voz pópuli el refrán de “pasas más hambre que un maestro de escuela”), tanto hicieron por elevar el nivel cultural y promocionar a los españoles.
Mi hermano Joaquín, por ejemplo, estudió todo el Bachillerato en Laguarres, acudiendo a Huesca dos ó tres días a final de curso para examinarse de la totalidad de las asignaturas, con un gran esfuerzo, tanto suyo como de los Maestros, que le preparaban todas y cada una de las diez asignaturas que tenía que superar. ¡Y no se regalaban los aprobados, como ahora!
Recuerdo que los catedráticos y profesores del Instituto “Ramón y Cajal” nos infundían un auténtico pavor, a pesar de ser personas amables y serviciales, en la práctica totalidad de los casos.
En fin, término ya, que la melancolía me está empezando a dominar, y las lágrimas afloran a mis ojos.
¡Cuántos recuerdos! Don José iba una hora antes a la escuela, para encender la vieja estufa de leña, y que cuando llegáramos el local estuviera caliente. Y sus continuas peticiones al Ayuntamiento para que le dieran leña, para poder calentarnos… Al final –la desidia de las administraciones es tradicional- optó por la decisión salomónica de pedirnos que acudiéramos todos con algún tronco, unas ramas secas de árbol, en fin, leña con la que poder calentarnos.
Estos hombres y mujeres, duros, trabajadores, exigentes y esforzados, son los que primero nos educaron, junto con nuestros padres. ¿Cómo no vamos a recordarles con cariño y agradecimiento?
Descanse en paz doña Carmen Magallón, junto con don José, su marido, y sus hijos muertos prematuramente, don José María y don Pedro.
Mi más profunda gratitud, y estoy seguro que la de todo el pueblo de Laguarres, hacia ellos.
Publicado en Rambla Libre (15/11/2016), Heraldo Sanitario de Oregón (16/11/2016) y Sierra Norte Digital (17/11/2016)
La enseñanza pública en España era la mejor, por lo menos durante el franquismo y se basaba en unos principios muy simples: autoridad, exigencia y sacrificio…
Pero llego el PSOE al poder y empezó el «buenismo» educativo: había que aprobar a todos, incluidos los que no llegaban al nivel, no se podía discriminar a nadie por razones de escaso o nulo rendimiento académico, la profesión docente dejó de ser vocacional para pasar a ser un buen empleo, sobre todo para los vagos que querían tres ó cuatro meses de vacaciones al año, etc. etc.
Y de esos polvos vinieron estos lodos: Lode, Logse, etc.
Vamos de mal en peor, y cada nueva reforma supone un empeoramieto.
Ahora se quieren suprimir las reválidas, para que los estudiantes no tengan que estudiar, y nadie pueda evaluar su nulo rendimiento, en la mayoría de los casos…
Es un auto engaño consentido, en el que todos tenemos culpa: los padres, los profesores, la inspección educativa, etc.
Quizás los menos culpables son los propios estudiantes, que en su inconsciencia e ignorancia no se dan cuenta de que los poderes públicos los prefieren burros, pues serán más fáciles de manejar y manipular…
Que los maestros de antes eran vocacionales y ademas que enseñaban bien y se les queria lo podemos confirmar todos los que hemos estudiado en los años 50 y 60.
En mis tiempos hasta 1º de bachiller con un solo libro y cuadernos rubio, aprendiamos todo lo que debiamos de aprender e ibamos luego al instituto bastante bien preparados, en bachiller pese a asignaturas tan duras como latin o griego que se encasillaban se salia airoso del examen, por supuesto, con menos libros que los de ahora y tambien sin tantos deberes
Ahora pese a tener un profesor por asignatura llevar mas librios y mas deberes para casa los estudiantes salen tan desanados como entraron y no es de estrañar que se les suba la nota para que pasen curso e incluso pasan curso conmas de dos asignaturas suspendidas
Pero algo que falla es que en mis tiempos el castigo que nos daban si no nos portabamos adecuadamente o no abiamos la leccion, era quedar nos una hora mas en clase estudiando, ahora no, ahora se les manda a los crios un par de dias fuera de clase, con lo cual no solucionan nada y entorpecen mucho Siempre he dicho y lo mantengo qe las APAS son responsables con sus tonteruias del atrasamiento en la enseñanza Los padres su labor la deben hacer en casa pero en el colegio deben pinchar menos que Pichorras en Pastriz, mandar a un crio a su casa por su mal comportamiento no es el camino adecuado, lo unico que se cinsigue es que los vagos sean mas vagos y los conflictivos mas conflictivos En mi epoca el acoso escolar no existia, ahora es causa de muertes, depresiones y hasta de suicidios, pero nadie hace nada para evitar ese linchamiento
Tambien yo estudie con un maestro que nos daba clases a todos y de todas las asignaturas Descanse en paz quien supo poner su vocacion de maestra a los intereses de las escuelas que regento
Muchas cosas han pasado en la educación, y pocas buenas.
Como casi todo en la sociedad se ha ido politizando y manipulando perdiendo el sentido y la esencia.
Yo que de la epoca de Franco vivi poco, recuerdo que estudie en un Colegio de Zaragoza, que hoy seguro que todos dirian de mierda, porque a penas teniamos sitio en el recreo, un mal gimnasio si se le podia decir gimenasio, cuarenta y seis alumnos por aula, un solo profesor para todas las materias y en 6, 7 y 8 de EGB tres profesores que cada uno daba otras tres o cuatro materias.
Vamos unos medios ridiculos y que seguro que ahora dirian tercermundistas, con compañeros de todo tipo y pelaje. No todos aprobaban, ni todos sacaron el graduado escolar, pero muchos de los que simplemente eramos normales (por que también habia gente no muy normal) nos inculcaron valores, EDUCACION, conocimientos, y no son pocos los que hemos cursado una carrera universitaria, muchos mas los que acabaron una FP o el bachiller y a día de hoy la inmensa mayoria son gente de bien (que es lo que realmente hace falta) que trabajan y sacan una familia adelante honradamente, transmitiendo a sus hijos la vivencia de ser PERSONAS y si se puede BUENAS PERSONAS o por lo menos intentarlo.
Esto es lo que muchos de aquellos maestros se esforzaron, con grandes dosis de paciencia y esfuerzo, en inculcarnos.
Hoy que se tienen muchisimos mas medios, los maestros tienen un salario digno, unas vacaciones más que dignas, pocos alumnos por aula, etc… etc… ¿realmente se ha mejorado la EDUCACION?
Donde falla el sistema no lo se, pero si que seria bueno que volvieramos la vista atras y tomaramos ejemplo de aquellos maestros.