La Duquesa de Alba, quince veces Grande de España
Confieso mi admiración por la Duquesa, al haberse atrevido a decir lo que muchos pensamos: “Estoy en contra del divorcio, del aborto, y soy católica practicante”.
Y también bastantes, muchos, no se atreven a sostenerlo en público, aunque lo piensen y digan en privado. Pero es que Doña Cayetana es mucha Señora, y a sus catorce Grandezas de España creo que habría que añadir esta Decimoquinta, la Grandeza de ser defensora de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, y la defensa del matrimonio, como institución y pilar básico de la sociedad, así como la confesión pública de su fe católica, que sirve de guía y consuelo siempre, pero sobre todo en los días difíciles, que todos tenemos o tendremos…
Confieso que en un primer momento la intención de casarse por tercera vez, me pareció un capricho, dicho sea con todo respeto, pero la persistencia y el empeño que ha puesto en contraer matrimonio, repartiendo el patrimonio familiar a priori, ante el lógico temor de los hijos a ver reducida su herencia expectante, etc., me han hecho pensar que estamos ante una Señora católica como la copa de un pino, que no puede vivir en pecado, y que desea estar en paz con Dios, cumpliendo sus mandamientos.
Enhorabuena a la Duquesa por haberse puesto el mundo por montera, y demostrar que también con ochenta y cinco años se quiere, se debe y se puede ser feliz. Y que Dios le de muchos años de vida, en compañía de su esposo e hijos.
Descanse en paz esta defensora del humanismo cristiano, del matrimonio católico y de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural.
Yo también quiero recordar a la Duquesa de Alba. Creo que la vamos a echar en falta, pues era una personalidad irrepetible. Descanse en paz, y que la Virgen de los Gitanos la acoja en su brazos.
Recuerdo que en una de sus intervenciones públicas de los últimos años, la Duquesa se definió como «monárquica y demócrata», lo que me pareció muy bien, pues es evidente que la Monarquía pude existir en un sistema democrático, mientras que no está tan claro, por lo menos en España, que la república sea demócrata…
Descanse en paz nuestra aristócrata mas querida.
(Y de los Reyes, tanto de los eméritos como de los reinantes, no quiero ni hablar. ¡Que razón tenía don Jaime Peñafiel cuándo decía que una de las características principales de los Bórbones es que SON DESAGRADECIDOS. Se creen que tienen derecho a todo por ser quienes son. ¡Cuánto hizo, ha hecho y hará la Casa de Alba -que tendría que ser la verdadera Casa Real de España-, por ellos, los franceses!).