Nosotras parimos, nosotras decidimos
Este es el lema de las abortistas españoles, y posiblemente de todo el mundo. La mujer como “propietaria” de su hijo. Sin intervención alguna del varón, según ellas. Hombre que pese a ser el padre del niño, no pinta nada al respecto…
Curiosa teoría. A las lesbianas que quieren tener hijos no les queda otro remedio que acudir a la inseminación artificial. Se libran de ser penetradas por un pene, pero necesitan biológicamente la semilla del hombre para poder quedar embarazadas y concebir.
Las leyes de la naturaleza, el derecho natural, es superior a las creaciones artificiosas de los hombres. Podrá llamarse legalmente matrimonio a la unión de dos hombres o de dos mujeres –el papel lo soporta todo-, pero no podrán reproducirse, pues su unión es contra natura, es decir ajena al derecho natural, que es el primer derecho, y el único verdadero.
Me sorprende mucho que las feminazis, -en acertada y acerada expresión de un gran escritor, Arturo Pérez-Reverte-, no hayan reparado en este pequeño matiz, que la concepción es obra de un hombre o de una mujer, y que por tanto ambos pintan lo mismo, y deben poder decidir a la hora de abortar, en igualdad de condiciones. ¿O es no quieren las feministas que haya igualdad entre hombres y mujeres…?
Ahora que tanto se habla de modificar la ley del aborto –“gracias” a la inoperancia de Rajoy y Gallardón se han cometido más de doscientos mil asesinatos en estos casi dos años de legislatura-, convendría reparar en la necesidad de que la madre identifique al padre, y se recabe su consentimiento para que se produzca –o no- el aborto.
O de que el futuro padre pueda manifestar ante las autoridades competentes su negativa a que se produzca el asesinato de su futuro hijo, y se inscriba esa voluntad en los registros públicos correspondientes…
Se que es difícil articular lo que digo, pero cualquier mujer –salvo las excesivamente promiscuas- sabe perfectamente quien es el padre de su futuro hijo.
Como dice mi hijo, si su novia abortase sin él saberlo, la dejaría, pues no la consideraría digna de ser su esposa. Ni más ni menos
El artículo me parece totalmente acertado. Soy madre y nunca se me pasó por la cabeza abortar, pese a los problemas económicos que hemos tenido y seguimos pasando, pues creo en Dios y e en el valor supremo de la vida humana. Pero en el hipotético supuesto de pensar en hacerlo, lógicamente hubiese tenido que ser una decisión consensuada, tomada entre los dos, no solamente mía.
Las feministas me hacen gracia, pues para lo que les interesa no cuentan con los hombres para nada, pero cuando quieren, para divorciarse, sacarse las propiedades y el dinero, etc., son más femeninas que la mujer que podríamos decir tradicional.
Y las lesbianas -y homosexuales- nunca he entendido que quieran ser padres, cuando son incapaces de ofrecer un modelo de familia a los futuros hijos, dotado de una mínima seguridad, ya que sus relaciones se basan en el sexo, única y exclusivamente (por no decir en el instinto y el vicio, que también).
Desgraciadamente muchas parejas de homosexuales -también de heterosexuales- utilizan los hijos como moneda de cambio en sus relaciones. Al igual que otros deciden tener un hijo cuando las cosas van mal en el matrimonio o pareja de hecho, en lugar de ver si son compatibles o no, y si la relación tiene futuro… Los hijos son siempre la parte más indefensa de la relación, y precisamente por ello es importante que el legislador los defiende frente a todos, muchas veces incluso frente a unos padres inmaduros e irresponsables…
Las lesbianas que querían adoptar a una niña, y consiguieron la expulsión de la carrera judicial del juez don Fermín Calamita, unos años después se han divorciado. ¿Qué será de su hija? ¿No tenía razón este juez al poner trabas a la adopción por una pareja manifiestamente contra natura, que lo único que pretendía era satisfacer sus deseos de ser madres, pero sin tener relaciones con un hombre, y seguramente sin la madurez psicológica suficiente…?
Las feministas siempre hablan de sus derechos, de los derechos de las mujeres, como si ellas fuesen el ombligo del mundo, pero nunca hablan de los derechos del no nato y del padre del futuro hijo. ¿O es que ellos no pintan nada en todo este asunto…?
El principal derecho humano, como ha reconocido el Tribunal Constitucional, es el derecho a la vida, pues si no hay vida, huelgan todos los derechos.
Por tanto se impone proteger URGENTEMENTE el derecho a la vida de los no nacidos.
Rajoy y Gallardón llevan casi dos años engañando a todo el mundo con este asunto. No hacen lo que prometieron, y estafan a sus votantes, entre los que me encuentro.
Desde luego, que no vuelvan a contar con mi voto, pues no lo van a tener…