Zaragoza corruppolis

Vivo en la capital de la corrupción aragonesa, y dentro de poco tendré que remangarme los pantalones para que la mierda no los ensucie.

Los doce años de marcelinado –un hombre tan limitado que necesitaba catorce asesores-, y la extraña coalición PSOE-PAR, sucedida ahora por un gobierno PAR-PP, evidencian que el PAR lo mismo sirve para un roto que un descosido.

Este partido, el único al que he tenido la desgracia de pertenecer, aunque en su primera época estaba formado por personas honradas, se alía con quien haga falta para tener poder e influencia, pues son conscientes de que sin el poder no son nada, que es lo que realmente son: la nada más absoluta.

El PSOE ha gobernado –mejor mangoneado- en Aragón como si de una finca privada se tratase, de su propiedad privada. La mayoría de sus dirigentes se han enriquecido súbitamente. Las faraónicas obras de la Expo de 2008 fueron también un buen caldo de cultivo del chanchullo, las comisiones y la corrupción. Al paso que vamos terminarán pagándola nuestros hijos…

Me extraña mucho que Manos Limpias no intervenga en estos asuntos, denunciando las innumerables actuaciones irregulares, y posiblemente delictivas, que han sucedido en esta tierra, mientras los poderes públicos miraban para otro lado.

Es fácil corromper a cualquier político de medio pelo, entre los que incluyo a cargos del mundo judicial: les pagas un buen sueldo, les pones coche oficial con chófer y escolta, y tienen tanto miedo a perder sus privilegios, que procuran llamar la atención lo menos posible, no vaya a ser que se les acabe el chollo. Podría citar casos, con nombres y apellidos, y tal vez lo haga en el futuro.

Marcelino quiso dejarse las espaldas bien cubiertas, en su retiro altoaragonés, y “colocó” a su señora de Jefa del Gabinete de Presidencia de la Diputación Provincial de Huesca, desde cuyo sillón dio el salto al Pignatelli, para así asegurarse una posible retirada, previa patada en el culo al nuevo presidente, si preciso fuere.

Dicen que el funcionario que está mejor visto por sus superiores es el que no hace nada, pues difícilmente se equivoca. Así le sucedió a Iglesias, que de tanta incompetencia paso por el Pignatelli sin pena ni gloria, más preocupado por extender la estación de Cerler hacia sus tierras del valle de Castanesa, dando así un gran pelotazo urbanístico, que en solucionar los problemas reales de los aragoneses.

O en colocar a su cuñado como director general de PLAZA, esa cueva de ladrones, de dónde hubo que cesarle al poco tiempo, previa indemnización millonaria, dada su manifiesta incompetencia. Pero el PSOE, muy dignamente, se negó a informar en Cortes de Aragón del importe de sus retribuciones y de las cantidades recibidas por el cese, alegando que afectaban a “su derecho a la intimidad”. Curiosa intimidad cuando lo que se gasta y dilapida es dinero público…

Por no hablar, que también, de la penosa actuación de los cuatro diarios aragoneses, Heraldo de Aragón, El Periódico de Aragón, Diario del Altoaragón y Diario de Teruel. Pese a que era voz populi que PLAZA era un gigantesco fraude, donde se enterraron centenares de millones de euros de dinero público, con sobre costes, comisiones, etc., nunca dijeron ni media palabra al respecto. Solo ahora, cuando el PSOE ha sido descabalgado del gobierno regional, empiezan a decir algo, tímidamente, no vaya ser que dejen de comprar ejemplares o les retiren la publicidad institucional.

Dios mío, que países, que paisaje y que paisanaje. A veces dan ganas de salir corriendo…