Privilegios de los políticos funcionarios
Por una disposición camuflada en los presupuestos generales del Estado, concretamente el artículo 33.2 de la Ley 31/1990, “reinando” Felipe González, se acordó que los funcionarios que hubieren ocupado cargos de director general o asimilados disfrutarían durante toda su vida laboral del complemento especial que cobran los altos cargos.
Esta norma, que estaba previsto única y exclusivamente para los directores generales de la administración general del Estado, fue rápidamente copiada por todas y cada una de las diecisiete comunidades autónomas, ya que los directores generales correspondientes entendieron que ellos no eran menos directores generales que los de ámbito estatal, por lo que ahora mismo tenemos varios millares de funcionarios, de las dieciocho administraciones, disfrutando del complemento de alto cargo hasta que se jubilen. Y teniendo en cuenta que los funcionarios del grupo A se jubilan a los 70 años, y que muchos de ellos han ocupado direcciones generales o cargos asimilados –por ejemplo, Rectores de Universidades Públicas- con edades bastante jóvenes, supone un gasto de muchos millones de euros al año, que España no puede seguir permitiéndose.
Complemento especial de alto cargo del que se benefician igualmente los integrantes de los grupos B, C y D. de la administración, es decir, titulados de grado medio, administrativo o subalterno que hayan tenido la suerte de ocupar una dirección general de cualquier administración pública, central o autonómica.
La “moda” de que la legislación la hagan los funcionarios reconvertidos a políticos –por no decir politicastros-, supone en la práctica que siempre barren para casa, y únicamente se preocupan de sus derechos y privilegios, importándoles muy poco la situación de los jubilados, parados, autónomos, trabajadores por cuenta ajena y empresarios, pues ellos tienen la seguridad del empleo fijo y de por vida. Su única preocupación laboral son las posibles enfermedades que puedan sufrir, como cualquier otro ser humano…
Se está hablando mucho de la pensión de los ex presidentes del Gobierno, que al fin y al cabo solo hay dos personas cobrándola, pero muy poco de las jubilaciones de privilegio de los diputados y senadores, y, sobre todo, del complemento de alto cargo de todos los directores generales que han sido nombrados desde el 5 de julio de 1977 (aunque los efectos económicos son a partir del 1 de enero de 1991) y hayan ocupado el cargo durante un mínimo de dos años consecutivos, o tres alternos, en los dieciocho gobiernos que tenemos –el central y los diecisiete autonómicos-, y cuya cifra seguramente asciende a más de un millar de personas.
No contentos con semejante aberración jurídica, -puesto que si un señor es conserje, cuando retorne a su conserjería, parece justo que cobre el complemento propio y específico de su trabajo, no el de director general, empleo y responsabilidades que dejó de ejercer cuando cesó-, el PSOE aprobó la Ley 7/2007, del Estatuto Básico del Empleado Público, que extiende este privilegio en su art. 87.3. a todos los funcionarios que sean cesados en la situación de “servicios especiales”, es decir, diputados y senadores nacionales, diputados autonómicos, alcaldes con dedicación exclusiva, presidentes de diputaciones y cabildos insulares, etc. Por consiguiente se amplía notablemente el número de beneficiarios del complemento especial de altos cargos. Veamos que dice exactamente la Ley (que en este apartado concreto será Ley, pero no Derecho, pues es obvio que es totalmente injusta):
“ las Administraciones Públicas velarán para que no haya menoscabo en el derecho a la carrera profesional de los funcionarios públicos que hayan sido nombrados altos cargos, miembros del Poder Judicial o de otros órganos constitucionales o estatutarios o que hayan sido elegidos Alcaldes, retribuidos y con dedicación exclusiva, Presidentes de Diputaciones o de Cabildos o Consejos Insulares, Diputados o Senadores de las Cortes Generales y miembros de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas. Como mínimo, estos funcionarios recibirán el mismo tratamiento en la consolidación del grado y conjunto de complementos que el que se establezca para quienes hayan sido Directores Generales y otros cargos superiores de la correspondiente Administración Pública”.
Estoy seguro de que las Intervenciones, tanto del Estado como las de los Gobiernos Autonómicos, podrían cuantificar exactamente la cantidad total de beneficiarios del privilegio, así como el importe anual a que ascienden los complementos que estamos pagando con nuestros impuestos.
¿España puede y debe seguir manteniendo este injustificado privilegio, cuando no hay dinero ni para pagar a los jubilados y parados…?
Es una vergüenza que todos los funcionarios que ocupan cargos políticos con nivel de directores generales -varios miles en toda España, dada la inflación de altos cargos que padecemos-, sigan «disfrutando» el resto de su vida del cobro del complemento correspondiente, que en muchas ocasiones es superior a sus retribuciones básicas. ¡Y luego nos quejamos de que no hay dinero para los parados, jubilados o niños tutelados por el Estado! El PP no ha derogado esta norma, pues a ellos también les favorece. Como decía don Ramiro Grau Morancho en otro artículo refiriéndose a la alternancia entre el PSOE y el PP: son los mismos perros con distintos collares… Más claro agua.
Realmente, vivir para ver… Algo había odio, pero no me lo acababa de creer, y ahora veo que es verdad. ¿Cómo es posible que a un señor que ha sido Director General durante dos años, con cuarenta años, tengamos que pagarle el complemento de Alto Cargo hasta que se jubile, con setenta años? Y ello no solo para la Administración General del Estado, sino multiplicado por los 17 miniestados autonómicos. Semejante despilfarro no hay contribuyentes que lo resistan. Yo, desde luego, voy a intentar defraudar al fisco todo lo que pueda, pues no quiero contribuir a mantener a tanto sinvergüenza… No me importa pagar impuestos para que haya carreteras, hospitales, guarderías o colegios, pero si para que se lo lleven un montón de chorizos.
Pago impuestos a desgana supongo que como todo el mundo, en el convencimiento de que son un mal necesario, para poder atender prestaciones y ayudas sociales. Pero lo que no estoy dispuesto es a pagar para que luego se lo repartan varios miles de caras duras, que hacen las leyes en su propio beneficio, y se aprovechan de que controlan las Instituciones, legislando en su propio beneficio. ¿Es que el PP no piensa derogar esta norma, claramente ARBITRARIA E INJUSTA? Evidentemente no, PUES EL PSOE Y EL PP SON LO MISMO.
Totalmente de acuerdo con el autor. Me avergüenzo de un país que nos roba el dinero, a base de impuestos, para dárselo a los propios funcionarios, reconvertidos en políticos, o políticos funcionarios, que no se que es peor…
Si el PP fuera un partido de gente decente -que estamos viendo que no lo es, caso Bárcenas, cobro de sobresueldos en dinero negro por sus dirigentes, etc.-, suprimiría rápidamente estos complementos retributivos, y así se reduciría notablemente el gasto público. Pero claro, estamos en un país y con un gobierno de funcionarios, que miran por sus intereses, no por el interés general de España y de los españoles. Y así se pretende privatizar el registro civil, y pasarlo a manos de los Registradores de la Propiedad, que pobrecitos, ahora ganan menos dinero, o se suprime el segundo Registro de Santa Pola (Alicante), para que el señor Rajoy, que es el Registrador del número UNO de la localidad no tenga competencia y pueda facturar por todas las operaciones inmobiliarias, etc.
Y los funcionarios disfrutan de excedencia especial mientras están en política, con lo cual siguen cobrando los trienios, y ese tiempo les «sirve» como de trabajo efectivo en la función pública.
Y, para colmo, este complemente especial de ALTOS CARGOS. ¡Desde luego que no vuelvan a contar con mi voto! Prefiero votar en blanco, o a Ciudadanos, que al menos parecen honrados. (Seguramente aún no han podido ser corruptos, pues no gobiernan en ningún sitio, al menos que yo sepa…). Esto es lo bueno de la democracia, que cada cuatro años podemos cambiar de «ladrones».
Soy funcionario y me avergüenza ver como muchos altos cargos, que encima son los que menos hacen, se lo llevan crudo… No les vale con no fichar, llegar cuando les da la gana, viajar y alojarse en primera clase, tener coches oficiales, pasarse el día colgados del teléfono, pagando los contribuyentes, sino que, encima, cobran más cuando dejan el cargo. Alto cargo que han conseguido por su pertenencia o cercanía a los partidos políticos en el poder, en la mayoría de los casos. Muy pocos por su valía profesional.
Totalmente de acuerdo. Haces una ‘fotografía’ perfecta de la realidad y de lo que muchos vivimos a diario o hemos vivido. Únicamente te falta un dato: hay departamentos donde figuran muchas personas pero en él solo hay tres o cuatro personas trabajando, porque muchas de las figurantes ‘desaparecen’ o no fichan, o fichan y desaparecen. Otro dato: la cafetería suele estar llena de cargos políticos sin prisa por abandonarla.